La salud como concepto es un hecho social inmaterial que se ha transformado en el tiempo. Según la OMS (OMS, 1948), tanto su significado como sus representaciones materiales han logrado trascender desde remediar las afecciones o enfermedades, hasta un concepto mucho más amplio y ambicioso: el de bienestar.
El concepto de bienestar incorpora factores físicos, mentales y sociales; circunstancias individuales y colectivas que tienen que ver con la calidad de vida de todos en general, propiciando condiciones materiales, ambientales y culturales que promueven el bienestar.
De allí que en el ámbito de la arquitectura hospitalaria esta evolución conceptual también es evidente, del modelo del control panóptico del siglo XVIII, a una visión contemporánea del hospital que promueve la prevención de las afecciones por medio de espacios que generen calidad de vida. El hospital deja de ser sólo aquel sitio de reparación del cuerpo, para convertirse en un lugar donde se valora la vida y se propende por ofrecer las condiciones necesarias para brindar bienestar tanto físico como psicológico.


Concurso arquitectónico privado
La Entidad Promotora de este Proyecto ha definido un propósito superior, que se centra en mejorar la calidad en la atención hospitalaria; tras haber identificado la necesidad de oferta de estos servicios al occidente del país, el proyecto se establece como una apuesta por transformar el sector salud por medio de la prestación de servicios humanizados de alta calidad centrados en los pacientes y sus familias, la educación, la gestión del conocimiento y el trabajo en salud poblacional.
La población objeto del Hospital Tatamá – Fundación Santa Fe de Bogotá de Bogotá, responde a una concepción de carácter regional, por lo que se establece como área de influencia los departamentos de Risaralda, Caldas y Quindío pertenecientes a la región cafetera colombiana, y Chocó (este último con una población sensiblemente vulnerable) así como algunos municipios del norte del Valle del Cauca.
En materia de infraestructura se busca que el hospital cuente con modernas instalaciones, cuidado del medio ambiente y equipos de última generación operados por personal médico y asistencial especializado. Igualmente, se estipula que esté a la vanguardia del conocimiento de salud en el mundo y desarrolle un papel fundamental en la formación académica del nuevo talento humano, enfocándose en la vocación por la investigación.
El portafolio de servicios del hospital contará con: servicios principales (urgencias, cirugía, hospitalización, cuidados intensivos y consulta externa), servicios especializados (ginecobstetricia, pediatría, cardiología, gastroenterología, urología, oncología, rehabilitación física, neumología, neurología, ortopedia, otorrinolaringología y oftalmología) y servicios de apoyo (farmacia, imágenes diagnósticas, medicina nuclear, laboratorio clínico y patología).





Ubicación del proyecto
El proyecto estará ubicado en Pereira, capital del departamento de Risaralda, municipio colombiano fundado el 30 de agosto de 1863. Este se localiza hacia el centro occidente de Colombia sobre la Cordillera Central a una distancia aproximada de 344 km de la ciudad de Bogotá. Cuenta con una superficie de 702 kilómetros cuadrados y es la ciudad más poblada de la región del Eje Cafetero con una población estimada de 488,839 habitantes de acuerdo con las proyecciones del DANE. Se encuentra a una altitud de 1,411 metros sobre el nivel del mar y cuenta con una temperatura promedio de 21 grados centígrados y una precipitación media anual de 2,750mm. En términos geográficos se caracteriza por estar ubicado en un valle formado por el desprendimiento de un contrafuerte de la Cordillera Central. Es por esto que cuenta con presencia de gran diversidad de formaciones montañosas en su entorno como lo son el valle del Rio Otún y parte del valle del Rio del Cauca. De igual manera, el municipio tiene cercanía a otros elementos geográficos montañosos tales como el nevado del Quindío, el Nevado del Ruiz y el Nevado de Santa Isabel y a elementos hídricos como los ríos Cauca, Barbas, La Vieja, Otún, entre otros, con sus distintos afluentes. El área objeto del Plan Parcial La Pampa hace parte de la zona de expansión urbana occidental del municipio de Pereira y confirmada por el Acuerdo 23 de 2006, localizado por el NORTE con la doble calzada Pereira – Cerritos (Vía Cartago) y por el SUROCCIDENTE con la antigua vía Pereira – Cartago (Vía Galicia)
Principios conceptuales
La Entidad Promotora definió un enfoque conceptual del proyecto que no sólo resuelva las necesidades programáticas y técnicas consignadas en el Programa Médico Arquitectónico (PMA), sino que adicionalmente refleje una comprensión profunda del carácter ambiental y paisajístico del lugar de intervención, así como la visión de ciudad que el municipio de Pereira propuso en esta zona en su Plan de Ordenamiento Territorial (POT) y en el Plan Parcial “La Pampa”. En ese sentido, La Entidad Promotora definió en un trabajo de co-creación con diversas comunidades, las directrices conceptuales con que cuenta el Hospital Tatamá, con la premisa que además de inspirar a estas comunidades se logre conectarlas emocionalmente con esta nueva institución. La propuesta refleja la materialización de esta visión al ser coherente y pertinente en términos ambientales, espaciales y de la construcción de la memoria colectiva. Se propone que esta edificación hospitalaria refleje una nueva concepción de la relación de una institución de salud con el medio ambiente, basada en el conocimiento y respeto del territorio. Este componente ambiental se debe integrar a la propuesta que entiende y aprovecha los recursos del lugar para generar un entorno que promueva el bienestar de los pacientes, sus familias y las diferentes comunidades que participaran y se beneficiaran de esta nueva edificación. Para este fin es necesario replantear el paradigma en el que los bordes urbanos de este tipo de proyectos son exclusivamente funcionales y así proponer una visión de bordes con actividades coherentes con el carácter público del edificio, que reflejen la presencia de la vegetación, aprovechen su carácter espacial para manejar la exposición al sol, faciliten la ventilación natural de los espacios interiores y que, en general, muestren el valor del respeto hacia el medio ambiente dado desde la Entidad Promotora
Salud desde lo urbano – El emplazamiento
Es innegable la relación entre el concepto contemporáneo de salud y las incidencias del lugar físico sobre el individuo y la sociedad. El emplazamiento del proyecto surge entonces de entender el lugar y sus capacidades, aprovechando el relieve y topografía a favor de la experiencia del visitante, liberando el primer piso con un parque a nivel de una de las vías de acceso al edificio, la vía Galicia, como soporte de la actividad urbana y fachada principal del hospital. Así, ese primer nivel se concibe como un balcón o mirador sobre el paisaje cercano y lejano a la vez, un espacio abierto pero controlado destinado a la contemplación por medio de jardines sanadores que acompañan la experiencia tanto de pacientes y acompañantes como del personal asistencial del hospital promoviendo para todos ellos espacios de calidad y bienestar.
Otra estrategia de emplazamiento parte de reconocer las condicionantes naturales del lugar, generando acciones paisajísticas que conectan el parque del primer nivel con los cuerpos de agua y la vegetación existentes en los predios públicos contiguos por medio de una “grieta espacial” que recoge y conduce las aguas lluvias del proyecto hasta entregarlas a la quebrada, configurando así una serie de recorridos apacibles que vinculan el edificio y el lugar como una sola experiencia de bienestar a través de los sentidos.
A partir de estas relaciones con el lugar y el paisaje, se plantea incorporar un basamento bajo el relieve natural toda la actividad hospitalaria permeada por una secuencia de patios cargados de vegetación que promueven espacios más diáfanos y confortables en su interior. Dicho basamento se configura entonces como un prisma triangular perforado por la secuencia de pasajes peatonales, patios de luz y naturaleza que soportan las actividades hospitalarias en estas áreas. Sobre este prisma triangular que es el basamento coronado por el parque se desarrolla una torre de hospitalización casi flotante, organizada a partir de un claustro permeado, aprovechando el paisaje predominante a favor de los pacientes. Dicha torre, de solo seis pisos de altura ocupa menos del 15% del área del predio que suma 20.000 m2 garantizando una “cubierta parque” completamente soleada y ventilada para disfrute de la comunidad.
Salud desde lo arquitectónico – El edificio
El diseño del edificio parte de dos retos importantes: 1. La reinterpretación de lo que los diseñadores del Consorcio consideran debería ser una nueva imagen de un hospital para el siglo XXI, y 2: La conceptualización en un edificio para la salud de la arquitectura tradicional de la región cafetera colombiana y su íntima relación con el contexto natural y geográfico.
El edificio resulta entonces como un gran basamento (Servicios hospitalarios ambulatorios y servicios hospitalarios de alta complejidad articulados por un pasaje peatonal de plazoletas y terrazas públicas) coronado por el parque, con variaciones geométricas (patios) que albergan espacios para relacionarse con la luz, el agua y la frondosa vegetación tan característica del eje cafetero colombiano: La montaña. Y el cuerpo superior (torre de hospitalización) que es un volumen que se desliga del suelo exhibiendo colores claros, elementos estructurales esbeltos y ligeros, balcones, terrazas, aleros profundos y delgados que enmarcan una manera de habitar íntimamente ligada con el exterior, con el aire, con el cielo, con el verde del paisaje circundante: La casa cafetera de pasillos perimetrales, barandas y grandes aleros.
Igualmente, el proyecto se nutre de referentes icónicos como el Sanatorio de Paimio de Alvar Aalto, como propuesta que pone en valor el bienestar del individuo desde el espacio, generando conexiones visuales y espacios entre el exterior y el interior que propician un lugar saludable.
Como concepto de los arquitectos proyectistas el hospital del siglo XXI debe ser acogedor y apacible, abierto, público pero seguro, al tiempo que también debe trasmitir su gran capacidad técnica, tecnológica y asistencial. Entienden los diseñadores de este Proyecto que gran cantidad de pacientes concentran sus esperanzas de vida en los recursos tecnológicos del hospital pero también que la imagen de este edificio influirá en la psique de sus ocupantes haciéndolos sentir en un lugar seguro, confiable y sanador, en casa. Es por esto que el proyecto termina enlazando tres aspectos esenciales para su imagen: la relación entre el edificio y el paisaje bajo el concepto de bienestar, la imagen de alta capacidad tecnológica que el edificio debe trasmitir y la noción de casa dentro de la hacienda cafetera como referente cultural de la zona. De esta forma se integra un edificio contemporáneo y tecnológico como lo es un hospital de alta complejidad con una importante tradición cultural regional y un ámbito natural que evidencia una infraestructura humanizada, un espacio concebido para la vida y para sanar, un edificio amigable que promoverá el culto al bienestar para todos quienes lo habiten.
En consecuencia La imagen propuesta para el nuevo edificio hospitalario resalta valores culturales reflejados en los elementos de la arquitectura local, patios, balcones, cubiertas, pasillos, y la vegetación activa entre estos elementos. El trópico andino propicia atributos especiales en términos de proveer un clima privilegiado que permite actividades en una estrecha relación entre el interior y el exterior, donde se permite habitar el límite, esta condición se refleja en esta arquitectura contemporánea concebida con valores locales.


Organización y funcionamiento
El edificio se concibe como un órgano dentro de un sistema. Su primer reconocimiento es de carácter pragmático, ubicando cuidadosamente los servicios con más afluencia y demanda de los usuarios en la plataforma socavada conformada por dos plantas bajas (PB1 y PB2) y un sótano para parqueaderos y servicios de apoyo industrial. Esta plataforma cuya cubierta es un parque se mimetiza con la topografía del terreno valiéndose de los más de siete metros de diferencia de nivel que existe entre las dos vías de acceso al predio. Dentro de ella estarán resueltos principalmente dos edificios, el de consulta ambulatoria con más de sesenta y dos consultorios, clínica de heridas y terapia física; y el edificio de los servicios de alta complejidad de procesos y procedimientos con unidades funcionales como Urgencias, Bloque Quirúrgico, Imágenes Diagnósticas, Cuidados Intensivos, Obstetricia y demás servicios de soporte clínico. Estos dos edificios, que se construirán a destiempo o por fases según demanda de servicios de los habitantes de la región y los recursos de inversión del operador estarán articulados por medio por medio de una “grieta” o “pasaje aterrazado” de carácter abierto que se descuelga desde el punto más alto del terreno hasta llegar a la zona más baja con cuerpos de agua y naturaleza de gran variedad.
Un tercer edificio del proyecto se desarrollará sobre la cubierta parque de la plataforma, y se erguirá con seis plantas arquitectónicas destinadas básicamente a la recuperación del paciente: la hospitalización. La volumetría de dicha torre, con sustracciones volumétricas armónicas y generosas, se convertirá en el edificio icónico que los habitantes de la región y usuarios del proyecto podrán adoptar como suyo desde el mismo momento en que se inicie su construcción. La cubierta liviana apergolada propuesta para este edificio, resultado de una interpretación de aleros y remate de las casas cafeteras colombianas, permitirá el uso de la última planta como espacios semi abiertos destinados a personal asistencial (huertas, jardines contemplativos y vista lejana a las cordilleras), al tiempo que garantizara privacidad para pacientes oncológicos durante su tratamiento de quimioterapia.
Como característica del Proyecto también se destaca la organización clara y contundente de las circulaciones del hospital: Las circulaciones públicas y salas de espera enfocadas premeditadamente sobre el gran pasaje central verde y aterrazado de la plataforma hospitalaria y las circulaciones restringidas y técnicas dispuestas en el costado opuesto garantizando la funcionalidad, bioseguridad permanente para las diferentes Unidades Funcionales y correcta operación del Hospital.
El sistema estructural
Compuesto por una estructura aporticada en concreto, dispuesta en una trama geométrica de luces de ocho por ocho metros con continuidad desde sótanos integrando plataforma y torre. Esta estructura configurada igualmente para plataforma y torre tipo claustro responde de manera eficiente ante los grandes requerimientos sísmicos que afectan la región del eje cafetero colombiano, al tiempo que permitirá la transformación y reordenamiento a mediano o largo plazo que caracteriza a los servicios hospitalarios. Verticalmente las diferentes plantas de 3,90mts a 4,80mts de luz libre estarán conectadas entre plataforma y torre por medio de cuatro grandes núcleos estructurales que contendrán ascensores, ductos y escaleras. El remate de esta estructura será una cubierta metálica a manera de pérgolas y celosías que permitan el desarrollo de los servicios programados para esta última planta del Hospital
Desde el punto de vista de la sostenibilidad el proyecto se concibe con espacios ventilados e iluminados de forma natural garantizando una renovación permanente del aire; en la fachada los elementos de protección solar surgen desde la imagen misma del edificio y garantizan el confort térmico al interior de las habitaciones y zonas de servicio.
Energía
La generación de energía es, por su parte, la responsable en gran medida de las emisiones de GEI en el planeta. Hacerse de fuentes alternativas significa un aporte relevante en la disminución de dichas emisiones lo cual se traduce a su vez en la disminución del potencial de calentamiento global. Es por esto que el proyecto considera la inclusión de paneles fotovoltaicos, buscando cubrir con ellos la energía necesaria dependencias como urgencias o el área administrativa, proponemos paneles solares sobre la cubierta estimando que por lo menos las zonas de circulación provengan de sistemas renovables optimizando la operación del hospital.
Confort térmico
Para definir este estado neutral se han generado múltiples estándares y normativas, para este análisis se considera el estándar ASHARAE 55:2004 de confort adaptativo. Éste permite determinar el rango de confort a razón de la temperatura promedio del lugar de estudio, es a partir de dicho rango que puede evaluarse el porcentaje de tiempo en confort que se encuentra determinado espacio.
Con las estrategias pasivas de control solar y ventilación natural, se está garantizando un alto porcentaje de tiempo en confort, lo que implica una disminución en el consumo de energía en sistemas activos (ej. A/C) Asimismo, el aprovechamiento de la luz natural y la inclusión de lucernarias de bajo consumo favorecerán la eficiencia energética del proyecto.
Comodidad visual
Para evaluar la comodidad visual existen diferentes indicadores que permiten identificar el aprovechamiento de la luz natural del espacio y a su vez determinar el grado de comodidad visual que puede brindar dicho espacio.
El claustro planteado busca garantizar que la mayor cantidad de habitaciones de hospitalización y cuidados intensivos cuenten con la iluminación natural necesaria y en los niveles óptimos, además de permitir a todos los pacientes tener contacto directo con el exterior, en la mayoría de los casos con un contexto natural, favoreciendo el bienestar de los pacientes y visitantes.
Buscando identificar el comportamiento de las habitaciones de hospitalización y cuidados intensivos se llevaron a cabo simulaciones computacionales valorando el indicador de iluminancia útil (UDI), evidenciando escenarios lumínicos favorables.
Iluminancia útil de luz diurna (UDI – Useful Daylight Illuminance): Indica el porcentaje de tiempo en que cada punto del espacio se encuentra dentro del rango de iluminancia útil establecido (500lux-2000lux para el presente estudio) Se espera que el porcentaje obtenido sea el más cercano al 100%

Ventilación por higiene
En relación con la ventilación hay dos aspectos relevantes que deben considerarse para cualquier análisis de un espacio: ventilación por higiene y ventilación por refrigeración. El primero hace referencia a la ventilación que debe asegurarse para renovar el aire interior, garantizando las condiciones mínimas de higiene y salud humana. Este resulta de vital importancia en espacios hospitalarios, para el proyecto este tipo de ventilación se buscará suplir en gran medida a partir de ventilación natural, puntualmente en las habitaciones de hospitalización general y/o especializada.
Aguas lluvias
Desde la gestión del agua, de acuerdo con los escenarios del cambio climático, buscamos recoger las aguas lluvias considerando la pluviosidad del lugar, reconduciéndolas para su uso en servicios sanitarios, riegos y jardines de agua, para luego llevarlos a los cuerpos de agua existentes, evidenciando los procesos naturales; así mismo, teniendo en cuenta que para Colombia los cambios inesperados en los patrones de lluvia serán una realidad, el manejo del este recurso será fundamental y por ende reducir su consumo y recurrir a fuentes no convencionales para abastecerse será inherente en la concepción de las edificaciones.

FICHA TÉCNICA
Invitación a participar en concurso arquitectónico privado abierto para el diseño del Hospital Tatamá – Fundación Santa Fe de Bogotá de Bogotá, realizado por las fundaciones: Fundación Santa Fé de Bogotá, Fundación Tatamá, Fundación Santo Domingo. Gerente del Proyecto: Gressa. Asesor Consultor: Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad de los Andes
Proyecto: Hospital de Alta Complejidad Tatamá
Ubicación: Municipio de Cerritos, Pereira, Colombia
Área del predio: 20.000M2
Superficie Construida: 45.621 m2
Promotor del proyecto: Fundación Tatamá, Fundación Santa Fe de Bogotá, Fundación Santo Domingo.
Equipo Ganador Concurso Diseño Hospitalario: Consorcio Colombiano conformado por: Opus + Are + Abalark.
Arquitectos Lideres de Diseño: Manuel Jaén, Carlos Andrés Núñez, Luis Fernando Abello C., Camilo Garavito; Carlos David Montoya V.
Arquitectos Coordinadores y Desarrolladores de Proyecto: Leonardo Correa, Paula Tobón, Santiago Ramirez Giraldo, Pablo Londoño, María Clara Raigosa, Yesenia Barreto Gil, Lina Ma Gil J.
Arquitectos Colaboradores: Rafael Silva Núñez, María Jimena Llano, Juliana Currea, Damián Quintero, Sebastián Guerrero Sanabria, Andrea Calvo, Valentina Barrios, Luisa Pedraza, Elisa Kergelen, Alexandra Muñoz,
Asesores Hospitalarios Internacionales: Arq Alicia Montero de Juan; Arq Rafael Pérez Pérez, del Estudio Pérez Montero de Juan – PMDJ, Madrid, España
Asesoría estructural: Nicolás Parra García / CNI Ingenieros Consultores S.A.S
Asesoría climatización y ventilación mecánica: Ing. Andrés Velásquez, BT Consultores (Sistema HVAC).
Asesoría en Instalaciones: Rojas Herrera Ingenieros S.A.S (Diseño Hidrosanitario); Jameltronic E.U (Diseño Eléctrico, Comunicaciones y Seguridad); Cian Seguridad S.A.S (Seguridad humana y Rutas de Evacuación); Grupo La B (Arquitectura Bioclimática); Mitsubishi Electric Colombia LTDA (Estudio Tráfico Vertical); jd_m_visual (Renderizaciones); AyD Virtual S.A.S (Coordinación BIM); Consorcio AICC Supervisión Ing. Luis Fernando Gómez V. (Diseño aeronáutico AAR); EKOOBIM S.A.S (Coordinador MEP).
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