Este año el anuario de la AADAIH buscó hacer foco en la tecnología médica, dado el constante incremento que el costo que la misma representa dentro de los centros de salud. Este incremento está dado por el aumento en la cantidad de equipos que requieren las nuevas prácticas, por el precio individual de los mismos y por la mayor relación que la tecnología médica tiene con los sistemas informáticos hospitalarios a través de la necesidad de conectividad, almacenamiento y procesamiento de información.
Respecto de la arquitectura hospitalaria, la tecnología médica, por su cantidad y requerimiento de instalaciones, produce condicionantes importantes a considerar en cualquier proyecto. Un diseño arquitectónico que considere desde un inicio la tecnología médica a instalar, que tenga en cuenta sus dimensiones, suministros, requerimientos de acondicionamiento de aire y crecimiento futuro, seguramente maximice los beneficios que trae la misma, eficientizando los procesos médico asistenciales.
Bajo el lema “Tecnología médica e infraestructura de salud” se recibieron artículos que buscan compartir información e ideas de cómo resolver locales complejos. Encontraremos en el anuario 2 publicaciones relacionadas a salas híbridas, ilustrando desde el tipo de procedimientos realizados en las mismas hasta el equipamiento necesario. Respecto de instalación de resonadores magnéticos, tenemos 1 artículo con un paso a paso para resolver con éxito una instalación. Podremos conocer al nuevo hospital Ramón Carrillo de San Luis, así como la nueva planta quirúrgica del Hospital Alemán de Buenos Aires y proyectos de hospitales modulares, entre otros.
Como característica diferente en este anuario, cabe destacar la participación de varios bioingenieros en la presentación de artículos. El rol de estos profesionales, aporta a la arquitectura hospitalaria información acerca del equipamiento médico necesario para el funcionamiento de cada especialidad, sus requerimientos de preinstalación y conectividad, así como previsiones para crecimiento futuro.
El trabajo de un equipo multidisciplinario formado por arquitectos, ingenieros, médicos y bioingenieros logrará una optimización en la convivencia entre la infraestructura de salud y la tecnología médica, permitiendo al final del camino, que se maximicen los beneficios que recibirá el destinatario del diseño, es decir, el paciente.
Luciano Gentile es bioingeniero egresado de la Universidad Nacional de Entre Ríos en el año 2000. Desempeña actualmente la función de Director Operativo en el Hospital Universitario de la Fundación Favaloro, institución en la que trabaja desde hace 21 años. Docente de la carrera de grado y posgrado de Ingeniería Biomédica de la Universidad Favaloro, así como de diversos cursos de posgrado en arquitectura hospitalaria y gerenciamiento en sistemas de salud.
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